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Cuentos de Secundaria: Equipo de recolección (Capítulo 5)

Bueno, continuamos con esta historia.
¡ya solo faltan 2 capítulos!!!!

Capítulo 5:
La hierba roja


La arena negra había llegado a la tierra en un meteorito, al menos creo que eso decían los periódicos, lo que si recuerdo perfectamente es cuando comenzaron lo primeros reportes de mutantes, tenia yo 43 años, la gente que vivía cerca de las áreas contaminadas con arena negra mostraba claros síntomas, primero ronchas, después llagas, mas tarde la piel entera comenzaba a volverse como plástico derretido, todo en menos de 6 meses.
Era como lepra y viruela negra juntas.
Un periodista fue el que les llamo mutantes por su aspecto, realmente no parecían humanos.

El ejercito no supo como contener la infección y decidieron volarlo todo, creían que el fuego mataría la enfermedad como en los demás casos de pandemias, sin embargo no fue así, fuera lo que fuera hizo a los mutantes mas resistentes al calor, luego enviaron tropas a matarlos en combate tradicional, pero también fue inútil, los mutantes no cedían, pero después se fueron muriendo solos.

Hubo casi 20.6 millones de muertos en los primeros 6 años.
Al parecer la enfermedad solo los hacia invencibles por 2 años.
Pero aun así mucha gente no quiso salir del planeta.

Habían pasado 12 días desde que el sargento salio de la nave cuando la doctora salio de su laboratorio eufórica, gritando: "¡Lo logré!"
Había descubierto el secreto de la hierba roja, la extraña coloración era el primer síntoma de la infección con arena negra, y esta hierba estaba neutralizándola... se estaba curando.

Ninguno de nosotros podía creerlo, en este pequeño planeta se encontraba la cura para la peor enfermedad de la historia, sin embargo algo aun le molestaba a la doctora, ¿Por qué había arena negra en este planeta?

Debatíamos eso cuando Anna bajo del techo y nos dio otra buena noticia, la comunicación estaba restablecida.
En la tarde la doctora y yo salimos a tomar muestras del suelo, y fuimos al lugar en donde había recogido la hierba roja, al llegar, tomamos un poco de ese lodo negro, y vimos que era el mismo que cubría a pedro cuando regreso.

Estábamos por tomar una segunda hierba roja cuando escuchamos un alarido, como el de los animales grandes, el suelo retumbó y el sonido se hizo cada vez más distante.
Los árboles parecieron sacudirse y entonces fue cuando oímos los graznidos, se oían por todas partes, como aves queriendo alejar a los invasores, tomamos rápido la hierba y regresamos.
Ahí sentimos un temblor.
El resto del día lo dedicamos a hacer contacto con el crucero, pero nuestros intentos fueron inútiles, se habían ido.


El miedo se apodero de los 3.


Se supone que al no recibir señales de nosotros debieron lanzar una misión de rescate, en tiempos de la guerra con los kriideliz arriesgaron a 2000 hombres para rescatar a un general preso.
¿Como era posible que se hubieran ido así como así?
Pronto la neblina volvió a cubrirlo todo, parecía que todo seria igual, vigilar y dormir por turnos.
Sin embargo esta noche fue diferente.


Las cosas fueron mucho peor.