domingo

Animacion de mi carnal


es una animacion de prueba para un corto que esta haciendo.
verla a pantalla completa

viernes

Cuentos de secundaria: Julian y Carmela

Bueno, segun la informacion que nos proporciona el contador de aqui al lado, muchas de las visitas a este blog llegan por algo que han buscado en google, y la mayoria de esas busquedas son cuentos de secundaria, o cuentos asesinos.

bien, pues ahora subo este pequeño cuento que tenia ahi empolvado.
solo espero que no los busquen para llevarlos a la escuela por alguna tarea, no me gustaria hacerle el trabajo a algun huevon.

Julián y Carmela
Por Martín Alejandro Mendoza Soto.

La historia que voy a contarte no es de mi invención amigo, esta realmente paso.

Julián era un hombre alto, usaba botas de piel, nunca se le veía sin sus camisas a cuadros, el bigote le tapaba gran parte de la boca, era cejon, con una mirada de maldito que espantaba, era uno de esos rancheros que vienen al pueblo solo para vender, pero esa tarde el vino por que necesitaba gente.

Meliton lo había ayudado un tiempo, ¿como que quien es Meliton?, pues mi compadre, ese con el que usted y yo nos poníamos unas pedas de tres días cuando éramos chamacos.

Ah ya lo recordó ¿verdad?

Bueno, como le decía, Meliton lo ayudo por un tiempo en el rancho, pero casi lo corren a punta de machete, quesque por que le había hecho ojitos a Carmela, la esposa de Julián.
Si… todos sabíamos que era celoso hasta la madre, por eso no nos sorprendimos cuando se llevo a ese chamaco chaparrito y feo que vio en la cantina.

Julián siempre se las daba de muy macho, siempre alardeaba de lo valiente que era, además de que siempre presumía de tener bien controlada a su Carmela que estaba siempre encerrada en su casa.

Por un tiempo el joven… Efraín, creo se llamaba, le ayudo en el rancho, el pobre trabajaba de sol a sol en las parcelas, sembrando maíz, y que yo sepa nunca se quejo, a base de trabajo se fue ganando la confianza de Julián, pero eso si, cuando se le preguntaba de donde venia o que hacia antes se quedaba calladito y cambiaba de tema, solo supimos que vino de la ciudad por problemas familiares.

También, poco a poco se fue ganando la confianza de los del pueblo y de Carmela.

Creemos que por eso comenzaron los pleitos, como le dije, Julián era muy celoso, bueno, y quien no, si la Carmela estaba re chula.

Si, estaba, que en paz descanse.

Meliton una vez nos dijo que el y Julián llegaron esa noche a la casa después de haber comprado unas correas que necesitaba el caballo, llegaron y vieron las luces apagadas, todas menos una, la del cuarto de Carmela.

Pronto se metieron a la casa y Julián espero encontrarlos a ambos en la cama, tal como uno lo esperaría normalmente, pero aquello fue demasiado, Julián jamás espero ver a su esposa con los intestinos de fuera, ni tampoco a Efraín destazándola.

Como le dije, Julián presumía mucho su valentía, pero esa vez no pudo hacer nada, se quedo arrodillado, orinándose del susto, Meliton entonces corrió al pueblo y nos aviso, yo y otros tres fuimos corriendo al rancho de Julián, y alcanzamos a ver al muchacho echarse a correr al cerro.

Lo perseguimos toda la madrugada, llegamos hasta el río ahí el condenado mato a Marcelo, el vicario, pero cuando se echaba a correr, entre Martín y yo le alcanzamos a dar tres plomazos, dos en la espalda y uno en la cabeza.

Y ahí acabo la cosa.

Meliton se mudo a los tres días, se fue del pueblo y ya no supe de el, Julián quedo loco, jamás volvió a hablar.

Yo me volví viejo, y soy el único que queda para contar esta historia… ¿que ya te dormiste?
Pinche Martín, si, pinche, al fin que mañana ni te vas a acordar.

FIN

lunes


Un dibujo tributo a Lenore, la pqueña niña muerta, en este dibujo se parece mas a mi sobrina, despues pongo una foto de ella disfrazada de Lenore, que le tomamos en la pasada ConComics, son identicas, (bueno, quiza se diferencian en que mi sobrina tiene pelo castaño y ojos cafes, pero de ahi en fuera comparten el mismo gusto por matar gatos).
es un dibujo hecho a lapiz y coloreado en photoshop, aunque a decir verdad, a casi nadie le gusto el fondo.
se aceptan comentarios.

martes

Cuentos de secundaria: Equipo de Recoleccion (Capitulo 4)

Bueno, continuo con esta novela, que ya esta cerca de sus ultimos capitulos.

Capítulo 4:
El regreso de Pedro.

Se tambaleaba, parecía enfermo, rápido abrimos la compuerta y salimos por el, el viento era fuerte, y la lluvia también, al vernos salir de la nave y llegar a el, sonrió y cayó desmayado. A como pudimos lo metimos, estaba cubierto de lodo, tras lavarle la cara observamos a Pedro mas pálido que de costumbre.

La Doctora lo llevó a la enfermería, donde permaneció inconsciente, mientras, todos discutíamos como preguntarle lo ocurrido, Daniel propuso que Anna fuera quién lo interrogara, pues Pedro y Ella eran muy unidos.

Anna aceptó y ahí concluyó la plática.
La Doctora entonces comenzó a investigar la hierba roja que había recogido del bosque, pronto, descubrir el secreto tras la hierba roja se volvería su única meta.

La lluvia paró por un momento, sin embargo no fue sino hasta dos horas después que algo de luz paso a través de los árboles iluminando la nave y alrededores, mostrándonos varias sombras en el suelo, parecidas a las de aves, estaban ahí desde quien sabe cuando, volando en círculos sobre nosotros como aves de rapiña esperando a la muerte. Al verlas, Daniel tomó dos rifles, me entregó uno y ambos salimos al exterior disparando al cielo, pues estábamos seguros de que esas cosas eran las que habían matado a José.

Disparamos toda la carga, algunas ramas de los árboles se movieron y entonces abrimos fuego sobre ellas, nuestro ataque duro unos minutos, le habíamos disparado a todo lo que creíamos distinguir entre las ramas de los árboles, y no habíamos podido darle a nada, ni siquiera verlos,
Volvimos al interior de nuestra nave aún con esa sensación, la misma que sienten aquellos que se saben observados desde las sombras.

La Doctora mientras, seguía estudiando aquella pequeña planta, y cada vez, parecía más obsesionada con ella, al grado de trabajar a puerta cerrada, dejo hablarnos, solo salía en ocasiones por algo de comer.

Esa noche los ruidos continuaron, solo yo observe por la ventana, la neblina poco a poco fue cubriéndolo todo, mientras el viento mecía suavemente las ramas de los árboles.
Era una paz inquietante.
Yo sabía que eso solo significaba que algo malo estaba por ocurrir, La Doctora entonces salió de la enfermería por un momento, y jamás noto que Pedro había vuelto a desaparecer.